domingo, 18 de abril de 2010

Megadeth en México - Kicking off the tour!

Muchas gracias Mexico


What an amazing welcome to Mexico this evening...14,000 people packed in the arena thrashing and having the time of their lives! This was a great way to kick off the Latin America tour.

We'd played this arena before to some great crowds; once with Judas Priest (when Ripper was in the band) and once with Motley Crue. But tonight was a new level....something really special, and especially to play the "Rust In Peace" set for our fans here in Mexico City.

I brought my authentic Mexican soccer jersey with me from home so I could where it tonight for the encore. It was a gift from a fan a few years back so thought it would be appropriate to sport it for such an amazing crowd.

Tomorrow we're off to Brazil to start the South American portion of the tour.

Good night and Muchas Gracias Mexico!


El anterior es un mensaje que hace apenas unas horas posteó David Ellefson, luego del concierto de anoche en el Palacio de los Deportes de la ciudad de México.

Megadeth es una banda de thrash metal formada por Dave Mustaine, luego de haber sido corrido de Metallica (por ahí de 1982). El motivo más socorrido (por Lars Ulrich y James Hetfield), acerca de su despido ha sido el de su incontenible gusto por el alcohol (al menos en aquel tiempo). Sin embargo la realidad nos ha demostrado que una banda con Ulrich y Hetfield como líderes, sencillamente no soportaría a una mente maestra más. Y en Mustaine hay mucha, pero mucha madera de cabrón.



La carrera de Megadeth se desarrolló con tal consistencia, que su discografía forma parte de la esencial; al menos en lo que a heavy metal se refiere (y los mamones que lo menosprecian, pues que se lo pierdan). Sin embargo el mayor fantasma de nuestro personaje en cuestión, se ha encargado de amenazar con mandar la carrera de Megadeth al carajo en varias ocasiones. Este fantasma es por desgracia un viejo conocido del barrio, su nombre: las drogas.







Sin embargo por fortuna (al menos para ellos porque en Ellefson se dio el mismo caso), encontraron refugio en la palabra del Señor y ahora son hombres de bien,“limpios” y cristianos.

Megadeth es uno de los cuatro llamados “Cuatro Grandes del Thrash” (al menos del thrash metal estadounidense), al lado de Slayer, Anthrax y Metallica. Y a pesar de que en años recientes la estabilidad de la banda se vio amenazada por “recaídas”, enfermedades y desánimos, la verdad es que también se ha visto coronada por discos de la mejor manufactura heavymetalera (específicamente con “The System Has Failed” según el pinchi Diablo).

El sábado por la tarde, cuando me encaminaba hacia el Palacio de los Deportes, me comentaron que esperarían a leer mi reseña del concierto en esta tribuna cómico – mágico – musical. Y mi respuesta fue: “... pues ya veremos, depende que tal este el concierto”. Y en honor a la verdad hasta ese momento no tenía pensado escribir al respecto. Y es que si bien es cierto que por aquí se ha hablado de muchos conciertos, digamos que el único requisito parta que eso suceda es que el evento dé de qué hablar.


Anoche Megadeth no dio de que hablar, dejo mudo al Diablo.


Fotografía cortesía de Manuel Vilchis.

Por fortuna Megadeth desde 1998 no es ajeno a México y se ha presentado ya en cuatro ocasiones. La primera de ellas cerrando el concierto a Judas Priest, la segunda dejando un paquete muy pesado a Mötley Crüe, la tercera ellos solos en el Salón 21 y la cuarta fue la de ayer, en la cual interpretaron en su totalidad su obra maestra “Rust In Peace”.


Cuando se tienen la oportunidad de presenciar a una banda en repetidas ocasiones, se les pierde el miedo y entras en confianza con ellas (algo así como lo que pasa a veces con las mujeres). Y ya para los futuros encuentros les pierdes el respeto (hablo de las bandas, por supuesto!). Y es que el Diablo aún recuerda como preparaban la leña, cuando declaró que la presentación de Megadeth en el Salón 21 había sido una de rutina. Los fans enardecidos me tiraban madrazos y yo los esquivaba argumentando que la banda de esa ocasión eran unos músicos profesionales bajo contrato. Al Diablo le daba la impresión de que hasta el uniforme les apretaba y ninguno de ellos se movía siquiera de su lugar. Aquella ocasión fue como ver a Mustaine presentarse como solista y miren que eso ya es decir mucho.



Pero la de anoche, sí es una presentación que dejará huella en los registros, incluso del mismo Palacio de los Deportes. Aparte de promocionar en concierto su más reciente grabación “Endgame”, Mustaine y compañía decidieron celebrar el 20 aniversario de la edición de “Rust In Peace”, álbum que catapultó a Megadeth a ventas de platino y a llenar arenas por Estados Unidos (porque en otras partes del mundo quizás son más populares). Y para tal efecto anunciaron la interpretación integra del disco, con lo cual las presentaciones de la gira por Estados Unidos agotaron pronto su boletaje.



Anoche en México inició la gira por América Latina de manera excepcional. Sobre el escenario tuvimos de nueva cuenta a una verdadera banda y no solo músicos de acompañamiento. De entrada el regreso de Ellefson a las filas de Megadeth, hizo que todos nos sintiéramos de nuevo en casa. Y el fichaje de Chris Broderick (Jag Panzer, Nevermore), en la guitarra se corroboró como una decisión acertada. Y Shawn Drover en la batería demostró el por qué de su permanencia en las difíciles filas de Dave Mustaine.




El exceso de adulación que se desató en nuestra tierra, a partir de lo visto en el dvd grabado en Buenos Aires, hizo que el Diablo llegara dopado contra la incomodidad de tener que soportar algo semejante (y de lo cual ya se vio algo en la mencionada ocasión del Salón 21). Sin embargo y por fortuna ahora no fue así. La emotividad de estos 14,000 frenéticos fue auténtica y el pinchi Diablo víctima y partícipe de la misma. Y es que el ambiente y el entorno que se genera en un concierto suele ser engañoso y embriagante. Pero la energía que se transmitía a través de los altavoces (eficientes por cierto para esta noche), fue inevitable. Por otro lado el acto de interpretar el famoso disco completo, es en este momento un recurso bastante sobado, el cual juega inminentemente con nuestra nostalgia y al cual muchas bandas están recurriendo. Pero en esta ocasión se trata de “Rust In Peace”, una de las obras máximas en lo referente a supremacía interpretativa metálica, excelencia en composición y que digo alto, altísimo nivel técnico como ejecutantes. Una de las máximas obras de cómo la técnica sí puede estar al servicio de la creatividad y el talento.Y siendo estas cualidades aún características vivas de Megadeth, lo hace una experiencia a la que difícilmente nos habríamos de negar.





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Una selección extra de temas también excepcionales, complementaron e hicieron de estos unos de los noventa minutos más consistentes que al Diablo le ha tocado atestiguar y miren que experiencia tiene. Una banda aun y por fortuna, plena en sus cualidades musicales y frente a ellos una audiencia desbordada, hicieron de esta una noche que difícilmente será igualada.




Era notoria la sangre nueva al frente del escenario, algo que se esta volviendo común y que se ha dejado ver también (por ejemplo), en las presentaciones de Iron Maiden. Solo esperemos que de igual forma estas nuevas generaciones se conviertan en una estadística económicamente activa, comprando discos, boletos y revistas; porque el buen rock no vive de buenas intenciones. El rock no se aprecia con audifonitos a través de un telefonito. El rock se escucha y se vibra chingón a través de un disco ( y si es de vinil mejor aún), y con unas bocinotas, las más grandotas. Busquen vivirlo y les garantizo que no cambiarán esa experiencia por nada.

Al tiempo que el Diablo se pregunta: cómo es que Dave Mustaine se puede ir a dormir con relativa tranquilidad, sabiendo cómo puso a 14,000 personas? Y emocionado de haber sido partícipe de tal derroche de energía (será acaso eso legal?), desde aquí saludamos y veneramos a Megadeth.












martes, 13 de abril de 2010

Joe Stump en México - Semana de Rock en la terminal del trén Suburbano.


La incansable labor de Producciones La Púa Presenta, por promover las actividades guitarrísticas en nuestro país, los lleva en esta ocasión a organizar la primera semana de rock en la explanada de la terminal del Trén Suburbano de Buenavista.

De tal forma los miles de pasajeros que transitan por esta terminal, tendrán la oportunidad de adquirir artículos de toda índole relacionados con el rock y a su vez (si su tiempo libre y disponibilidad se los permite), de presenciar diversas clinicas y presentaciones por parte de absolutos profesionales.

Aquí el calendario y horario de las actividades:

Y como pueden ver para beneplácito del público metalero, el día viernes se contara con la presencia de Joe Stump, uno de los máximos representantes del estilo Shred Guitar, quien regresa a la ciudad de México luego de varios años de ausencia.


La entrada es absolutamente libre, así que asistan con la mejor intención de gastarse la quincena adquiriendo puro y absoluto rock and roll, en cualquiera de sus presentaciones.

Están informados y allá nos vemos.








domingo, 4 de abril de 2010

Ozzy Osbourne - "Blizzard of Ozz"

Tras el post de los discos que el Diablo considera de máxima relevancia para el Heavy metal, editados en 1980, la primera pregunta que hicieron fue: “… y por qué no consideraste el Blizzard of Ozz ?”

Así que aquí ponemos a su disposición algo acerca de "Blizzard of Ozz":




Anécdota que seguramente les vale madre:


Por ahí de 1980 – 1981, un amigo y vecino me pidió que le guardara un disco que le habían prestado en la escuela. Petición que se debía a que en su casa, su padre no toleraba imágenes o situaciones que atentaran contra la integridad católica o cristiana (como gusten). El disco en cuestión era "Blizzard of Ozz" de Ozzy Osbourne.

Cuando vi la portada del disco, de inmediato quede cautivado, pues independientemente del dogma religioso que domara nuestra voluntad, estéticamente el trabajo del fotógrafo Fin Costello era inaudito. La simetría y los colores enmarcaban a Ozzy Osbourne vistiendo sotana y a punto de azotar un crucifijo hacia el piso, elementos que en conjunto crearon una de las imágenes más representativas para el rock pesado y para el mismo Ozzy. Como se han de imaginar, aproveché la ocasión y escuché el disco del cuate ese del que publicaban mucho en las revistas que leía, Sonido, Conecte y Rock Pop principalmente. “Que canciones tan feas, que sonido tan ligero y qué culero canta este guey!”, pensé y expresé. De acuerdo a la portada yo esperaba sangre, terror, muerte y destrucción. Entonces al otro día, cuando mi amigo se encontraba solo en su casa le entregué su disco y lo borré de mi mente.



Unos meses después caí cautivo del poder hipnótico de Black Sabbath, gracias a “Mob Rules”, e indagando la historia ahora yo busqué el reencuentro con Ozzy. Para entonces mi apreciación había cambiado y pude entender a “Blizzard of Ozz”.

La voz de Ozzy me parecía rara, muy aguda y nasal. Falta de cualidades técnicas pero con un carisma muy especial. Y es que para entonces mis parámetros de calidad técnica, me decían que un gran cantante de rock era Paul McCartney, Freddie Mercury, Ian Gillan y Bruce Dickinson. Y en este momento así lo sigo pensando.

El sonido de la banda efectivamente no era pesado ni agresivo. Sin embargo las melodías eran entrañables y también en general muy ricas en armonías. Pero al fondo había algo que de inmediato capturaba la atención y eso era el trabajo de Randy Rhoads, el guitarrista. De hecho me atrevo a pensar que sin el sello distintivo de Rhoads, el naciente trabajo de Ozzy Osbourne como solista, pronto se hubiera desvanecido en la historia musical.


Randy Rhoads era un guitarrista académico, admirador del trabajo de Mick Ronson (la famosa araña marciana de David Bowie), poco entusiasta del trabajo de Tony Iommi (y quizás hasta detractor), y Black Sabbath y ex -integrante de Quiet Riot. Sin embargo bajo el convencimiento de Dana Strum (líder de los fresas de Slaughter), accedió a formar parte de la naciente banda de Ozzy Osbourne, la cual originalmente sería llamada Blizzard of Ozz.

Randy vería en esta empresa, la oportunidad de incrementar su experiencia como músico y ya pensaba en un futuro próximo dejar a Ozzy para continuar con su carrera como guitarrista clásico. De tal forma el trabajo de Randy Rhoads es tan impecable como impresionante, haciendo del disco debut de Ozzy Osbourne todo un muestrario de estructura guitarrística y solos memorables.

La banda se complementaba con Bob Daisley (Rainbow, Uriah Heep, Gary Moore), en el bajo, Lee Kerslake ( Uriah Heep, Blackfoot), en la batería y Don Airey (Rainbow, Black Sabbath, Michael Schenker Group, Deep Purple) en los teclados. Sin embargo el tiempo nos explicaría que la participación de Kerslake y Daisley (específicamente este último), significó para Ozzy algo más que una simple complementación para su banda.



En los créditos del disco, en alguna parte se leía que las composiciones eran de Ozzy Osbourne y en algún otro lugar se leía que eran co-composiciones con Rhoads, Daisley y Kerslake. Sin embargo con el tiempo varios sucesos pusieron en tela de juicio el supuesto talento de Ozzy Osbourne como escritor; y también muy en alto (eso sí), el talento de Sharon Osbourne como mafiosa de la industria musical.

En 1986 Daisley y Kerslake, demandaron a Ozzy por la falta de pago por regalías durante varios años, ante lo cual el clan Osbourne decidió mover influencias para desvanecer el litigio. Y como acto final re –editaron los dos primeros discos de Ozzy (Blizzard… y Diary of a Madman), con los respectivos tracks de bajo y batería reemplazados por unos nuevos a cargo de Robert Trujillo y Mike Bordin respectivamente. O sea uno de los actos más infames en la historia del rock, al lado de (por desgracia), algunos más por parte de este mentado clan. Fue entonces durante este proceso, que Daisley no tuvo empacho en declarar que muchas de las canciones que conformaron dichos discos son de su casi total autoria, eso sí varias de ellas con la participación de Rhoads.

Otro revelador suceso se dio en 1993, cuando se editó una recopilación de Quiet Riot llamada “The Randy Rhoads Years”. En dicho disco se pudo escuchar el trabajo tempranero de Rhoads al lado de la banda californiana y en él se dieron a conocer varias grabaciones con los riffs, las melodías y de hecho casi las canciones completas de varios de los (ya), clásicos de Ozzy Osbourne, que conformaron el ya legendario Blizzard of Ozz.



Sin embargo, haciendo a un lado estos detalles negativos, Blizzard of Ozz, es la tarjeta de presentación de Ozzy Osbourne ante la escena heavymetalera naciente. La cual de inmediato comenzaría sacar brillo al trono, en el que de inmediato postrarían al supuesto (y hasta donde recuerdo autoproclamado), Príncipe de las tinieblas.

“I don´t Know” y “Crazy Train” son agresivas descargas guitarreras. “Suicide Solution” cadencia y pesadez como marco para el desempeño de Rhoads (especialmente con su interpretación en vivo), y un solo desgarrador como pocos. De ésta Ozzy dice haberse influenciado en la muerte de Bon Scott para escribirla y por su parte Daisley afirma haberla escrito inspirado en el abuso del mismo Ozzy con el alcohol. “Goodbye to Romance” es el tratado con el que Ozzy dice adiós a Black Sabbath y saluda al mundo. “Dee” es una instrumental que toca fibras y sensibiliza (especialmente con la versión alterna incluida en el disco en vivo editado algunos años después “Tribute"), la cual se convirtió en una especie de epitafio para Randy Rhoads. “Mr. Crowley” es todo un clásico de oscuridad, lírica y musical, que de entrada nos estremece con la introducción de teclados a cargo de Don Airey y que rinde pleitesía a la gran Bestia, Aleister Crowley alquimista.




“No bone movies” pareciera rellenar espacios y “Revelation (Mother Earth)” da cuenta una vez más del talento de Randy Rhoads y de lo estremecedora que podía ser una interpretación de Ozzy Osbourne. “Steal away (the night)”, es una pieza más con derroche de energía guitarrera y que deja muy en alto la expectativa de lo que un segundo capítulo de lo que la telenovela llamada Ozzy Osbourne nos podría ofrecer.

“Blizzard of Ozz" es la primera obra maestra en la discografía de Ozzy Osbourne como solista y la primera parte del legado de Randy Rhoads ante el mundo. Y es por lo tanto el primer y atinado paso en la ascendente carrera de Ozzy, la cual más a delante y por desgracia seguiría por unos muy retorcidos caminos, no por eso menos exitosos. Definitivamente es también uno de los mejores momentos para el rock pesado y una piedra angular en el desarrollo de la guitarra eléctrica como herramienta elemental, en el arte de hacer auténtico heavy metal.




Las sesiones de grabación originalmente correrían a cargo del productor griego Chris Tsangerides, en los estudios Ridge Farm en Londres, Inglaterra. Sin embargo al poco tiempo de comenzadas, este fue sustituido por Max Norman, quien se estacionaría en ese puesto a lo largo de varios discos más de Ozzy Osbourne.

Entonces es así que esta placa es para el Diablo todo un clásico y una muy querida pieza de los archivos elementales metaleros. Sin embargo el muy cabrón no cree que conceptualmente, el heavy metal haya desviado o modificado su camino en los ochentas debido al aporte de tan apreciable entrega. Metaforizando, “Blizzard of Ozz” es tan solo una de las salsas que dieron sabor. Pero los discos antes mencionados, son la carnita del suculento taco metalero.














viernes, 2 de abril de 2010

"Iron Maiden" - Celebración de su 30 aniversario.


¡Corrección y actualización!
Un buen amigo y lector de este espacio me cuestionó al respecto y aquí esta la corrección. Este evento se llevará a cabo en el Hard Rock Cafe (es decir en el restaurant), ya que el Hard Rock Live (el antro/auditorio), se encuentra cerrado desde hace varias semanas.
De tal forma, ahora por la naturaleza de el lugar sede les confirmo que sí se permitirá le entrada a menores de edad, aunque sí se les recomienda considerar que el evento terminará tarde (me imagino que el grupo comenzará a tocar entre nueve y diez de la noche).
Están informados.


Como se mencionó en el post anterior, este año se cumplen 30 años del lanzamiento de "Iron Maiden", el disco debut de Iron Maiden. Y como se pueden imaginar este es un evento que sus seguidores mexicanos no dejaríamos pasar.

Para tal efecto se anuncia para este 15 de abril en el Hard Rock Live de la ciudad de México, este evento en que se celebrará con la presentación de Iron What?, una banda conformada por músicos profesionales y que a su vez son admiradores irredentos de la Doncella británica (y no hablamos de Sharon Osbourne). Ellos interpretarán material de diversas épocas de Iron Maiden y anuncian que dentro de esta selección habrá mucho material de este disco ( me habían comentado que lo interpretarían íntegro. Asi que ya confirmaré este dato).

La cita es el día mencionado, en el lugar mencionado a partir de las 20 horas y la entrada será libre. Por la naturaleza del lugar supongo que no se permitirá la entrada a menores de edad. Pero si recibo información diferente les avisaré con tiempo.

Y sobra decirles que una vez más y como ya es costumbre, este es un evento avalado y patrocinado por EMI Music México. O sea que, así o más oficial lo quieren.

Están informados, allá nos vemos.

Up the irons!