“A Serbian Film” es una película que cuenta la historia de una actor porno con dificultades para mantener a sus familia. Pero dentro del mismo circuito laboral, pronto le llegará una oferta que le permitirá librar sus problemas económicos y hasta con decoro para el retiro. Sin embargo este proyecto comprende hazañas que superan sus “principios” aun como pornstar.
Aunque plásticas y en ocasiones poco convincentes, abundan las escenas polémicas y si se deja uno envolver también son hasta perturbadoras. Y cabe mencionar que las escenas de sexo, aunque explícitas, nunca abordan el acercamiento a genitales (una de las características que definen al porno de lo demás). Hasta aquí con las descripciones, ya que lo que más ha causado revuelo acerca de esta película, es la reciente polémica que la envolvió el hecho, de que un juez barcelonés ha indicado que Ángel Sala, Director del Festival de Cine Fantástico de Sitges, con la selección de esta película como parte del Festival, ha incitado a la pederastia.
El tema es filoso sin duda y por supuesto las discusiones se antojan eternas, pues el veredicto acerca de si la simulación de un acto de abuso sexual hacia un infante es o no objeto de censura, presenta muchos planos de análisis.
Alguno de los argumentos en defensa de la película, ha sido el de que esta no fue concebida para exhibición masiva y comercial, sino para los circuitos “independientes” y Festivales “especializados”. Pero como controlar esto, cuando por ejemplo en nuestro país, la podemos adquirir por escasos diez pesos a la vuelta de la esquina? Qué seguridad tenemos de que será vista por un espectador preparado y especializado? Y especificamente en estos tiempos, en los que temas como el bullying son problemas latentes y por demás delicados ante una juventud que ya desconoce límites y no deja de buscar lo más extremo como satisfactor.
Si “A Serbian Film” llega a sus manos véanla y disfrútenla pero no en exhibición familiar.
Alguno de los argumentos en defensa de la película, ha sido el de que esta no fue concebida para exhibición masiva y comercial, sino para los circuitos “independientes” y Festivales “especializados”. Pero como controlar esto, cuando por ejemplo en nuestro país, la podemos adquirir por escasos diez pesos a la vuelta de la esquina? Qué seguridad tenemos de que será vista por un espectador preparado y especializado? Y especificamente en estos tiempos, en los que temas como el bullying son problemas latentes y por demás delicados ante una juventud que ya desconoce límites y no deja de buscar lo más extremo como satisfactor.
Si “A Serbian Film” llega a sus manos véanla y disfrútenla pero no en exhibición familiar.
4 comentarios:
ESTA PELICULA SI QUE ME DEJO EN SHOCK, PERO A LA VEZ ME ENCANTO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Así es, al mismo tiempo encanta y puede perturbar.
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