Ozzy v.s. Iommi - La estúpida demanda.

Si se preguntaban al respecto, por supuesto y por desgracia que el Diablo tenía que hablar de esto.
Resulta que este viernes pasado, Sharon Osbourne decidió una ves más hacer uso de su prestanombres y marioneta: Ozzy Osbourne, para demandar a Tony Iommi sobre los derechos de explotación del nombre de Black Sabbath.

El nombre millonario.

Aquí su argumento:

“Me entristece tener que tomar acción legal en contra de Tony. Esto es algo que traté de evitar por años. Yo no soy la voz de Geezer o Bill. Como quiera hasta el día en que me muera no cambiaré mi opinión. La marca registrada de Black Sabbath debe de ser propiedad equitativa de Geezer, Bill, Tony y mía, puesto que la alineación legítima de Black Sabbath es Tony, Geezer, Bill y yo. Hemos sido cuates desde la escuela. Siempre he dicho que entre nosotros existen unos lazos invisibles que nos mantienen unidos. Tony, deja que este ridículo asunto se resuelva y sigamos adelante. Ya tienes 61 años y yo 60, y espero que al menos nos queden unos buenos veinte años de vida más. Pero si no es así? Dios no lo quiera y te pasa algo? Qué pasará con la marca registrada de Black Sabbath? Quién se hará cargo de ella? No te parece que tras todo este tiempo los derechos deben de permanecer en tu familia, en la mía, en la de Bill y en la de Geezer?” Hasta aquí el prólogo con el que Ozzy anuncia su obra.

Y ya del documento oficial, con el que Ozzy demanda al que llama su compañero por muchos años, he aquí algunos extractos interesantes para comentar:

“... a mediados de la década de los noventa, luego de constantes y numerosos cambios de alineación, el nombre de “Black Sabbath” se encontraba literalmente en el escusado, y Tony Iommi (continuaba de gira bajo el nombre de Black Sabbath), se habían reducido a tocar en antros. Desde 1997, cuando Geezer, Bill y yo nos reunimos con la banda, Black Sabbath ha regresado a su gloria original, llenando arenas y anfiteatros en el mundo, con audiencias del orden de 50,000 personas. Hemos trabajado colectivamente para restaurar la credibilidad y devolver la dignidad al nombre de Black Sabbath , lo que ha llevado a que la banda sea inducida a los Salones de la Fama del Rock, tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos, en 2005 y 2006 respectivamente”.

“A lo largo de los últimos doce meses, han sido los representantes de mi agencia de manejo, los que se han hecho cargo del mercadeo y el control de calidad de la marca “Black Sabbath”, a través del Ozzfest, las giras, el merchandising y las reediciones de los discos. El nombre “Black Sabbath” ahora goza del prestigio mundial y valor de mercadeo, con los que no contaria de seguir girando como lo hacía hasta antes de la gira de reunión de 1997”

Cuando eran felices compañeros.

Creo que con estos párrafos es suficiente, para darse cuenta del asunto y los mismos se suponen obra del puño y letra de Ozzy Osbourne, aquel fresco y disléxico e insipiente (y siempre limitado), cantante, que hace poco más de cuarenta años tuvo la suerte de atravesarse, primero en el camino de Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward; después de encontrarse a Randy Rhoads y finalmente de ser rescatado por Sharon Arden, cuando lo rescató de una pocilga ahogado en alcohol. Es también el mismo Ozzy que cuando, Bob Daisley y Lee Kerslake, los músicos y co-compositores de discos como “Blizzard Of Ozz”, Diary Of A Madman”, “Bark At The Moon” y “No More Tears”, le pidieron el reconocimiento de sus derechos como tal y el pago de las regalías correspondientes, fueron impunemente borrados del mapa. Para ello Ozzy mando reeditar los dos primeros discos, pero con las pistas de bajo y batería regrabados por Robert Trujillo y Mike Bordin.

Es también el esposo y marioneta de Sharon Osbourne (su manejadora), hija de Don Arden, todo un hampón del rock que en su momento se trajo a cintura a bandas como los Faces y Electric Light Orchestra. Y fue de él de quien aprendió todas las malas mañas que con el tiempo la han caracterizado. Y para colmo de Iommi y verdadera compañía, ella ha trabajado con ellos, o sea para Black Sabbath, desde mediados de la década de los setenta y todavía hasta los ayudo para acercarse a Ronnie James Dio, cuando votaron a Ozzy de la banda. Ah... y también tienen dos hijos que se disputan el honor del más idiota entre los dos.

Ozzy Osbourne es el mismo de quien hace poco Geezer Butler declaró, que si con él hubieran grabado “The Devil You Know” (el reciente disco de Heaven And Hell), no pasarían de seguir trabajando en la primer canción. Y que también gracias a él, Rick Rubin (el productor estrella de Slayer, Trouble, Red Hot Chili Peppers y Shakira), abandonó el puesto de productor del esperado (y ahora imposible), nuevo disco de Black Sabbath. Rubin se desesperó de que Ozzy no se aplicaba con la banda (pues estaba ocupado en su programa de MTV), e incluso mejor Geoff Nicholls, el tecladista de Black Sabbath, era quien llegaba con armonías vocales para trabajar en ellas.

Aún un poco felices.

El Diablo sabe que Tony Iommi es el dueño legal del nombre de Black Sabbath, desde hace catorce años aproximadamente, cuando adquirió los respectivos derechos de sus tres compañeros. Ojo, no hay un documento que el Diablo haya visto, pero eso sabe. Y si eso es cierto, de acuerdo a la lógica y la legalidad eso no lo cambia nadie. El hecho de que la actual banda que conforman Tony Iommi, Ronnie James Dio, Geezer Butler y Vinny Appice se llame Heaven And Hell, es el recurso al que llegó una banda de maduros músicos, para desmarcarse de la responsabilidad artística de tocar material de Black Sabbath de la época en la que Ozzy Osbourne fue su cantante. Y de igual forma delimitan esa misma responsabilidad, para interpretar exclusivamente el material que Black Sabbath ha compuesto con Ronnie James Dio como cantante.

Cabe mencionar que el año pasado Tony Iommi demandó al gigante del mundo del entretenimiento, Live Nation, precisamente por la explotación indebida del nombre de Black Sabbath, luego de que el tiempo que tenían acordado para hacerlo había expirado, por lo que se dice que Iommi debió haber recibido al rededor de 80 millones de dólares (algo que el Diablo duda, puesto que estamos hablando de Black Sabbath y no Led Zeppelín, lógica pura). Entonces si de verdad existiera algún gramo de impunidad al respecto, se me haría mucha estupidez por parte de, no nada más otros tres miembros de la banda, si no de cuantos más haya que en su momento firmaron algún documento que los acreditó como integrantes de Black Sabbath, a lo largo de ya cuarenta largos años.

Una leyenda llamada Black Sabbath.

La orientación, exclusivamente en cuanto a cuestiones de mercadeo y popularidad, a las que supuestamente hace referencia Ozzy con sus argumentos en la demanda, evidencian el desnudo propósito de sus reclamos: Dinero y un indudable boicot hacia el éxito de Heaven And Hell. Entonces como debatirle cuestiones de integridad musical, libertad artística y especialmente talento?. Cómo esperar que entienda que Ronnie James Dio, Ian Gillan y Tony Martin, hicieron mucho más para Black Sabbath con discos como “Heaven And Hell”, “Born Again“ o "Headless Cross” que lo que él durante sus diez años iniciales en la banda. Porque tras la mentada reunión en la que tanto se respalda, lo único que ha hecho es de verdad explotar el nombre y la leyenda de la Black Sabbath.

Al Diablo le parece que lejos de sabotear a sus ex -compañeros de Heaven And Hell con este absurdo y penoso asunto, lo único que puede lograr es que vendan más discos y boletos de su gira actual. Aunque también se incrementarán las ventas de todo lo relacionado a Black Sabbath, sin duda.

Parece que el viejo Ozzy se empeña en seguir escribiendo líneas para su epitafio artístico, el cual desde hace tiempo es la crónica de una muerte anunciada.

!Aviso¡

Les comunico que este martes 02 de junio a las 21 hrs. en Radio Ciudadana (660 A.M.), "Música de Locos" transmitirá un programa especial dedicado a Metallica, quienes este jueves próximo, comenzarán su serie de presentaciones en el Foro Sol de la Ciudad de México. Y aunque desde la emisión pasada, el Diablo no ha podido asistir al programa (por cuestiones técnicas), este no hes motivo para que deje de recomendarles que lo escuchen, ya que en espíritu por ahí andará.

Están avisados.