jueves, 11 de diciembre de 2008

Maidenfest?



El cartel del regreso.




.
Pues la venta de boletos para el concierto de Iron Maiden ahí va y hasta el momento no se tiene noticia, confirmada, de alguna de las bandas que compartirán el escenario con la Doncella. La única que parece estar asegurada, por fuentes extraoficiales (creo que muy confiables), es Carcass. Y eso me llena de regocijo.

El Diablo sabe que esto a muchos gueyes les causa reacción, buena o mala, pero al fín reacción. En mi caso se me hace de poca madre, tener la oportunidad de ver de nueva cuenta a la leyenda de Liverpool y siento que los que se oponen a la presentación del cadaver en el Foro Sol, lo hacen nada más por joder o por mera intolerancia. Sin embargo, créo que de por sí la gente está pagando los boletos por ver a Maiden exclusívamente. Entonces qué chingados les pesa que les pongan a una banda de primer nivel, legendaria, extrema y de Liverpool de a grapa. Es más, hasta mi hermano el Estrella de la Mañana que hace lo posible por hacerse el radical, tiene el interés (o morbo), de ver al cuarteto. Aunque me pregunta: Pero, y esos gueyes que tienen que ver con Maiden? Y la neta es que si escuchan los últimos discos que grabó Carcass, esos pinches solotes de a guitarras gemelas no son de a gratis. Pero por otro lado, se imaginan como sonarán en esas condiciones de masividad (y no de underground maloliente), esos desmadrotes del “Symphonies of Sickness” (que ojalá los toquen), en el Foro Sol?

Y es que quiero creer que en esta ocasión, los detalles que en el concierto de este año causaron molestia en miles de seguidores (como el pésimo audio y el pinchurriento quesque espectáculo), serán resarcidos. De hecho es lo primero que los integarntes de Iron Maiden prometen mejorar, de acuerdo a sus declaraciones en el boletín de prensa, con el que anuncian el magno evento. La cosa es que yo creo que dependiendo cómo vaya la venta de los boletos, OCESA irá contratando a bandas de menor o mayor nivel. O sea que, sea quien sea, los beneficiados seremos nosotros. La neta es que para que el Diablo se sintiera incómodo en el toquín, tendrían que ponerle al Mago de Oz, Slipknot o de hecho a cualquier bandita de metal gringa de la nueva generación.

Y digo, ya aprovechando. Por si acaso algun empresario de OCESA se encuentra leyendo al Diablo Despierto en busca de la luz para saber a quien contratar para el concierto, pues les recomiendo a Motörhead, Danzig, Trouble, Slayer (que los saquen del estudio, no hay pedo), Michael Schenker Group y a Heaven And Hell (también que los saquen del estudio, yo me arreglo con Iommi), como invitados de superlujo. Cómo ven?





The X Factour.




.
Otra Maidenaventura:

El 4 de septiembre de 1996 Iron Maiden regresaba a México, para cerrar la gira del infame “The X Factor” en el Palacio de los Deportes (bueno, en realidad el último concierto se llevó a cabo en el Teatro Fundidora de Monterrey, N.L.). Y en ese momento la pinche estación de radio Órbita 105.7, organizó concursos y promociones al rededor de la banda. En uno de ellos, citaron a los interesados en la Alameda Central, donde hicieron concursos y trivias para regalar boletos del concierto. Ahí me descalificaron porque pensaron que estaba bien pendejo, cuando preguntaron quién realizó la portada de “Fear of the Dark” y contesté que fué Melvyn Grant. En fín, algún día hablaremos de las estaciones de radio en México.





En tiempos de crisis para Iron Maiden y con un verdadero espectáculo.
.
Unos días después organizaron la grande y convocaron a que llevaras tu colección de Iron Maiden a la explanada de Rectoría en Ciudad Universitaria. Entonces seleccionarían a diez finalistas, los cuales ganarían una convivencia con Iron Maiden. Y en dicho evento, la propia banda escogería a un ganador, al cual le regalarían una chamarra autografiada por todos ellos.

Esa ocasión nos enfilamos el Tío y su servidor en su Tíomovil (pues nuestras chingaderas ya eran bastantes), y ahí conocimos a el Rocky, otro grán amigo también enfermo de Maidenmanía (definitivamente en un grado mayor al nuestro). Esa tarde parecía que el tianguis del Chopo había invadido esa explanada sureña y todos los asistentes nos tendimos ahí en el piso, como puesteros. Yo mamón, ya saben, evité exponer lo más que pude mis preciados viniles y fotodiscos en el pinche solazo. Entonces cuando llegaron conmigo los jueces, expertazos comunicadores musicales, pues ya les enseñé mi material y gané. El inolvidable de esa ocasión fué un guey que no llevaba casi nada. Pero eso sí, cuando lo atendieron dijo que traía un as guardado bajo la manga, con el que nos despacharía a todos. Su tesorote eran unas fotos que se sacó con Maiden, durante alguna de sus visitas anteriores a nuestro país. Si no me equivoco, el cuate no pasó a la final. Obviamente el Tío y el Rocky también ganaron. El Rocky era de a huevo.



Las baquetas de Nicko, nuevecitas!
.
Para el evento final, nos citaron muy temprano en el Palacio de los Deportes el día del concierto (pues teníamos que armar nuestras exhibiciones, ahora sí a lo grande). Esa noche el abridor fué Makina y pues me los perdí porque en ese momento Iron Maiden por completo salieron a convivir con nosotros. Uno a uno pasaban a saludarnos y se tomaban fotos con todos, mientras nos firmaban lo que se nos antojara. Recuerdo en especial la reacción de Janick Gers cuando le pedí que firmara mis discos de Gillan (en los que él tocó), ya firmados por el grán cantante de Deep Purple. Sonreía y volteaba para mostrárselos a Dave Murray. Pero el momento cumbre llegó y como se pueden imaginar cuando el patrón Harris pasó a visitarme, pues que le chillo de nuevo con lo de la mentada muñequera, la de aquella ocasión en el Palacio de los Deportes. Sí me dijo que qué mal pedo y ya. Yo como que esperaba que me invitara a su casa en Inglaterra o algo así. Pero no me dijo nada de eso.

Después de que nos visitaron a todos en nuestros respectivos tenderetes, hicieron como que una pequeña junta al centro del salón y nos avisaron que regresarían en un momento con la decisión inapelable. Minutos después regresaron con sus esposas y/o novias, todo(a)s con las manos llenas de playeras y muñequeras. Y Nicko McBrain con baquetas, nuevecitas! A todos nos regalaron de todo y en especial Steve Harris me entregó las muñequeras, con un gesto así como de: Ándale, para que ya no chilles.



Eddie sobreviviendo a la silla eléctrica.


.
Como se dice en el ánimo de nuestro guadalupano país, en ese momento ya todos éramos ganadores. Pero el mero-mero, como era de esperarse fué el Rocky. Ese cabrón con su impresionante colección se hizo acreedor a la chamarra autografiada. Y ya con todos felices y contentos se despidieron y se retiraron, pues Makina estaba por terminar su actuación. Entonces en chinga recogimos nuestro desmadre, apurados para no perdernos nada del concierto de la amable Doncella.

Como pueden ver en las fotos que ilustran este texto, en esa ocasión Iron Maiden sí traía un muy buen espectáculo. Y eso que durante la gira completa se presentaron en lugares de mediana capacidad e incluso en los Estados Unidos de Norteamérica, llegaron a tocar en bares de a mil personas (se imaginan eso?). Pero en México y Sudamérica no fué así y llenaron las arenas y estadios de costumbre. Todavía eran otros tiempos.
.
Dedicado a la Virgencita de Guadalupe, en su día.
.