Iron Maiden - Sorpresas con su ingeniero de sonido.

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Actualización y foto Guadalajara!

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Iron Maiden en la Arena VFG, cortesía de Irving Lam (el Pequeño Joaquín).

Fotografía en Monterrey

Fotografía de Jesús López Bolaños,

publicada en el periódico Reforma del día de hoy 27 de febrero.

Actualización importante!:

Debido a los incidentes ocurridos en el concierto de Monterrey durante la presentación de Atreyu, en la ciudad de México estos cambiarán su turno con Carcass. Es decir, que el orden queda como sigue:

- Ágora.

- Lauren Harris.

- Morbid Angel.

- Atreyu.

- Carcass.

- Iron Maiden.

Actualización Guadalajara!

El pequeño Joaquín nos informa que el concierto de Guadalajara estuvo de puros peluches, incluso le parece que superó al de Monterrey. La Arena VFG estaba llena y aquí arriba pueden ver un foto tomada por el mismo emisario.

Actualización Monterrey!

El Pequeño Joaquín nos informa desde la sultana del norte, que el espectáculo de Iron Maiden efectivamente cumplió con cualquier expectativa y hasta las superó. Aunque no quiso entrar en detalles, para mantener la sorpresa a quienes aún lo vamos a experimentar.

Si bien el estadio no estaba atascado, sí estaba lleno y que por desgracia sí hubo broncas por la presencia de Atreyu (tal y como muchos lo veíamos venir). De acuerdo a esta información, la multitud bajó a Atreyu a monedazos e incluso le abrieron la ceja a uno de sus integrantes.

En fin, esperamos que los ánimos sean más positivos, tanto en Guadalajara como en el Distrito Federal. Seguiremos informando.

Una Maidenaventura más:

Para contarles lo que finalmente les contaré, primero les contaré otra historia.

En enero de 2004, Iron Maiden se encontraba finalizando una más de sus exitosas giras “casi” mundiales. Y digo casi porque en esa ocasión solo dieron cinco conciertos en Estados Unidos y en México, a pesar de que la ciudad había sido invadida con carteles que anunciaban sus próximos e inminentes conciertos en nuestro país, no se presentaron. De tal forma, pues con la premisa de presenciar la “Dance of Death World Tour", me lancé con mis amigotes a verificar el concierto del Universal Amphitheatre de Los Angeles, California.

Así que ese 30 de enero de 2004, tuve el gusto de ver a Iron Maiden en tan prestigiado lugar, el cual ya había conocido algunos años atrás con el “Blackest of the Black Fest” de Danzig, otro concierto Inolvidable. Pero regresando con la Doncella, esa noche el abridor fue Arch Enemy, que estuvieron sencillamente brutales y en la explanada del anfiteatro se presentó Cage. La cosa es que nuestros lugares estaban situados exactamente a un lado de la consola de sonido, lo cual aunque a muchos les pueda parecer muy lejos del escenario no es así, ya que el Universal es un lugar de tamaño mediano, supuestamente para seis mil personas aproximadamente.

Entonces como la mayoría de los que íbamos en esa excursión, nos consideramos seguidores de Iron Maiden de alto rendimiento, pues estábamos que no nos la acabábamos por tener a un par de metros de distancia, al legendario ingeniero de sonido de la banda, Doug Hall, guerrero de miles de batallas. Y total que ahí estábamos de babosos viendo como preparaba todo el show, cuando se apareció el mero jefe: Rod Smallwood. No pues ya no sabíamos hacia donde ver, si para el escenario o hacia nuestro lado. Quien conozca a los personajes de los que hablo entenderá más esta historia.

El concierto fue estupendo y para darle un toque de exclusividad, esa noche Bruce Dickinson se rompió su madre al caerse de una de las rampas a un lado de la batería, o sea que hablamos casi de dos metros de altura, por lo que un buen chingadazo sí se puso. Si no me equivoco estaban tocando “Hallowed Be Thy Name” y nadie de la banda se dio cuenta hasta que Janick Gers volteó y lo vio tirado. Pero terminaron la rola (la cual ya iba a acabar), y ya se acercaron a ver al caído, el cual por fortuna ya se estaba reincorporando solito. Sin embargo sí tuvo que asistir a terapia unos días después, ya que la gira había terminado.

Hasta aquí lo que tenía que contarles primero.

Y ahora...

Hace un par de años nos visitó Testament para presentarse por segunda ocasión en la ciudad de México y quienes hayan asistido al Circo Volador, recordarán que la presentación de los de San Francisco, sencillamente fue de las mejores que se han dado en nuestro territorio, en cuanto a heavy metal se refiere. Alex Skolnick estuvo impresionante. Bueno pues en esa ocasión recibí el pitazo de que con Testament venía un tal Doug Hall como ingeniero de sonido. Por lo que al llegar al Circo Volador le pregunté al Migraña si podía averiguar el nombre del ingeniero de Testament y el nombre que le dieron nada más no coincidió.

Ya más tarde, por razones ajenas a mí (lo juro solemnemente), acabé en el hotel en el que se hospedó la banda y pues ahí estuve cotorreando con Alex Skolnick (quien por cierto me dijo que no era la primera vez que tocaba en nuestra ciudad, pues me dijo que ya había venido acompañando a un cantante de pop. Pero no me quiso decir de quien se trataba), y con Eric Peterson. Y pues en esas andábamos cuando empezó a llegar la gente del staff. Y en eso que se nos acerca un cabrón para chulear la sudadera de Sepultura que traía mi amigo Rafita. Rafita es otro de mis amigos, de esos que no sé de donde fui a sacar. Pero al cual conozco desde una ocasión en que nos encontramos en una supuesta (supuesta porque nunca llegaron), firma de autógrafos de los Ángeles del Infierno en Perisur, hace ya como dieciocho años. O sea que mi cruz ya ha sido pesada. Bueno, pues este cuate se acercó y nos preguntó por la sudadera que le encantó, especialmente por el trabajo del logotipo bordado. Y al tiempo que la seguía admirando, nos comentaba que aunque no era oficial sí estaba mejor echa que muchas que sí lo son y que él en alguna ocasión ya había tenido dificultad con una de las compañías más importantes de mercancía oficial (merchandising), la cual les pagó con mercancía alguna deuda (así hablaba, refiriéndose en plural). Fue entonces que le pregunté dónde o con quien trabajaba y me contestó que con Sanctuary. Cuando me dijo eso, como que se me encendió la mirada y entonces le pregunté su nombre y me contestó: - "Doug, Douglas". Y cuando le acompleté (preguntando también), - Doug Hall? Fue entonces él quien se fue para atrás.

Muy sorprendido me preguntó Doug Hall por qué lo conocía. Y al contestarle que soy un seguidor de hueso colorado de Iron Maiden, también le platiqué de aquella ocasión en Los Angeles, en la que lo había visto en acción. Entonces muy exaltado y sorprendido me dijo:

-“Ah, entonces eres uno de los que estaban volteando insistentemente hacia la consola?”

-“Sí soy uno de ellos”, le contesté.

Ya con las credenciales presentadas, no callamos a Doug Hall por espacio de varias horas y créanme que el cuate tiene historias para contar. Conoce a medio mundo del medio heavy metalero y casi me voy para atrás cuando me dijo que había trabajado con Black Sabbath en la gira de “Cross Purposes". También es el ingeniero de sonido de Deep Purple, siempre y cuando no este de gira Iron Maiden, pues lógicamente son su prioridad. Pero con la historia que sé que no se la van a acabar es con la siguiente.

Antes les comentaré y especialmente para molestar al aludido, que para entonces ya estaba bien entrada la noche (casi madrugada), y el pequeño Joaquín se empezaba a desesperar. Y como niño chiquito se me acercaba y me jalaba la tela del pantalón para decirme: “Oye guey, ya vámonos. Ya me quiero dormir". Cómo lo ven al cabrón? Como ya tenía sus autógrafos. En fin. Hall me dijo que ya conocía bastante la República Mexicana, pues había trabajado también con un grupo latino, por lo que de inmediato le pregunté a qué grupo se refería y en automático me contestó: - “no es un grupo de heavy metal. Es un grupo de rock”.

-“De quién se trata?” Le insistí.
-“No creo que los conozcas, es un grupo español. Se llaman Héroes del Silencio”

Sopas! Van a decir muchos metaleros. Pero así es, Doug Hall fue ingeniero de sonido de los Héroes del Silencio. Y no se imaginan las palabras de respeto y admiración que Hall expresa acerca de Enrique Bunbury, a quien considera un gran músico. Y después de la separación de la banda también trabajó con él aún como solista.

Ya eran casi las tres de la mañana y tuvo que llegar alguien a decirle a nuestro cronista que tenía que subir a preparar su equipaje, pues en un par de horas saldrían hacia el aeropuerto.
Así que aquí tienen esta curiosa pero interesante historia. Una Maidenaventura más.






Up the Irons!