Radiohead en México - Reflexiones del Diablo.

Aquí está de nuevo el Diablo con sus conocidos y amargados comentarios:

Un cartel inicial que anunciaba tres conciertos

y a The Fratellis como abridores.

Como muchos de ustedes sabrán, el pasado fin de semana se presentó Radiohead en el Foro Sol de la ciudad de México, luego de haber tenido babeando a sus incondicionales por quince años.

El Diablo recuerda que en aquel 1994 Radiohead podría haber parecido una banda one hit wonder, por aquello de su maldito "Creep". Sin embargo eran aún muy jóvenes y según recordaba solo habían grabado el "Pablo´s Honey", aunque acabo de leer que para entonces ya tenían también el e.p."My Iron Lung". Con el tiempo fueron sonando más canciones de la banda en la radio, que le confirmaron al desconfiado Diablo que Radiohead sí era una banda relevante y merecían más atención. Pero cuando escuchó "Parnoid Android", sencillamente quedó perplejo con el cambio que Radiohead había dado. Y aunque sé que habrá fans que van a decir: ”pues qué pendejo si hasta entonces se sorprendió”. Pero pues, que quieren? Cuando uno se jacta de ser melómano, deben de entender que una de las características de tan peculiares personajes es la desconfianza ante cualquier supuesto nuevo valor y un celo impresionante. Pues cómo Demonios me vienen a decir que hay una nueva megabanda? Déjame asegurarme primero! Así funciona un melómano de tiempo completo y alto grado de dificultad, como lo es el Diablo.

De tal forma “O.K. Computer” me apantalló. Radiohead ya no era más una banda de rock alternativo así nada más. Ahora sus canciones habían adoptado una complejidad que no se había escuchado en sus grabaciones anteriores. Habían pasado a formar parte del mundo del rock para adultos, lo cual les cagó porque algunos sectores de la prensa, los empezó a catalogar como una banda de rock progresivo. Recuerdo a Rick Wakeman, el insano mago de los teclados de Yes, declarando para Classic Rock, que con ese disco definitivamente habían creado una obra conceptual y de rock progresivo. Pero pues bueno, recuerden que esas son las apreciaciones de un grupo de rucos que no hacen más que dedicar sus vidas a escuchar y vivir el rock. Porque para millones de adolescentes su Radiohead les acababa de entregar, aparte de la mencionada “Paranoid Android”, también “Karma Police” y "No Surprises", es decir un puñado de himnos más que solo consolidarían su fe ciega hacia la banda.

Pero oh sorpresa! Para su siguiente entrega, Radiohead tomo por sorpresa al mundo con un trabajo a años luz de diferencia, de lo que habían hasta entonces realizado y con “Kid A”, aparentemente optaron por volverse más sofisticados y de lleno se entregaron a la música experimental. Entonces el sector más exquisito de los melómanos tuvo ahora sí una nueva banda para su nicho. Y los millones de aficionados a la fuerza, esos que en algún momento recibieron como vacuna intravenosa su dosis de “Creep”, no les quedó mas que aplaudir y aullar ante cualquier entrega de música rara, deconstruida y contrahecha que caprichosamente Radiohead les ha vendido y hasta regalado, (como lo hicieron durante una temporada con “In Rainbows”), aunque no entiendan ni un carajo de ella. Y es que seamos sinceros, es imposible que haya más de ciento veinte mil seguidores mexicanos de Radiohead que como dije: Aplaudan y aúllen a sus canciones altamente sofisticadas y experimentales y que no tengan ni puta idea, tal cual: ni puta idea de que el grupo abridor durante sus esperados conciertos en la capital mexicana, se llama Kraftwerk y que revolucionó la música electrónica trabajando desde 1970! Y que también son representantes de un movimiento de auténtica música experimental que se dio en Alemania, conocido como Krautrock.

Los desconocidos Kraftwerk.

Y no es que el mamón del Diablo pretenda que todo el mundo se especialice en rock y dedique su vida a él. Pero es que hay algo que no cuadra, cuando más de cien mil boletos para un par de conciertos de música experimental, en los que todo mundo sabe que Radiohead se empeña (y a mi parecer hasta disfrutan), por no interpretar material de sus años como banda de rock alternativo, se agoten en cuestión de minutos. Ese dato, de acuerdo a los fines de la logística nos indicaría, que el sofisticado público mexicano está ávido por presenciar eventos de ese tipo de música, con alto grado de dificultad, cierto? Sin embargo cuando viene King Crimson no pasa de vender seis o siete mil boletos y John Zorn se presenta ante cientos de verdaderos apasionados en algún lugar del centro de la ciudad de México. Y si esa fuera de verdad nuestra realidad musical, entonces Florian Fricke, el genio detrás de Popol Vuh no hubiera muerto en la ignominia y los discos de Klaus Schulze serían un exitazo en Mixup.

Ahora vayamos con lo que le toca a la banda. Esa actitud de antirockstars de verdad le queda a Radiohead? De verdad la pueden adoptar del todo? Al final del concierto del domingo, cuando aún en las pantallas se leía la palabra “Everything” y por el estupendo equipo de P.A. se escuchaba el feedback de la última canción que interpretaron (y de la cual desconozco el título), a un lado del escenario se vio desfilar una caravana de camionetas escoltadas por la policía, la cual no podría haber transportado a nadie más que la banda. O me equivoco?

Es decir, que los músicos piden ser retirados de inmediato, mientras a sesenta mil personas se les sigue haciendo agua la boca, esperando por unas migajas de su “Creep” y que como consolación no tendrán más que pasar a debastar los puestos de mercancía oficial, atiborrados con playeras de a $300 pesos. Y no es que el Diablo quiera que Radiohead se baje del escenario, para convivir con su público al finalizar sus conciertos. Pero sí les tengo una noticia Radiohead ( y sé que por supuesto estarán leyendo esto), entérense que el ver incrementadas sus cuentas bancarias a costa de sus fans, los hace tan o más rockstars, de lo que lo que los hace no tocar “Creep” y salir corriendo a sus cuartos de hotel, para degustar fina y fresca champaña, mientras sus pendejos fans siguen atorados en las inmediaciones del Foro Sol o del estadio de Wembley. Porque precisamente, el factor más importante e inequívoco que hace a una estrella de rock lo son sus fans.

El Diablo puede entender esa actitud o postura de negarse a seguir interpretando algún material que el artista ha creado, cuando su presencia ante el público ha sido constante. Como por ejemplo Marillion, quienes no solo han dejado de interpretar el material de su época con Fish durante sus conciertos, sino que hasta el más antiguo de la época con Steve Hogarth. Sin embargo Marillion es ya tan familiar con el público mexicano, que en una de esas y se quedan a vivir por acá. También hay el caso de bandas como Scorpions, quienes con una carrera que data desde principios de la década de los setenta, se presentaron en México por primera ocasión en 1994 y a sabiendas de ello, prepararon un set de canciones que cubrió adecuadamente su ya larga discografía. Pero Radiohead, por qué no recordar que hace quince años que vinieron para presentarse en lugares como La Diabla, El Buldog, el Hard Rock Live y La Hacienda de Ojo de Agua, se presentaron ante algunos cientos de personas, que lo único que habían escuchado de ustedes era “Creep”? Se imaginan que hubiera pasado si Radiohead nunca hubiera grabado “Creep”? Creen que se hubieran agotado esos más de cien mil boletos en cuarenta minutos? Creen que si su primer disco hubiera sido “Kid A”, tendrían aún a esas multitudes tan cautivas?

Al Diablo en su momento, le dio una hueva impresionante entrarle al desmadre para comprar un boleto para los conciertos de Radiohead. Sin embargo el sábado pasado, a las nueve y media de la noche lo encontró a través de la página de Ticketmaster (lo mismo ya le había pasado para el concierto de U2 en el estadio Azteca). El lugar era de los más lejanos del escenario, por lo que nunca de los nuncas alcanzó a ver a Radiohead. Los escuchó estupendamente porque el audio fue excelente. Pero como Radiohead supone que a un concierto masivo en un estadio, va un público que aprecia a la perfección sus imágenes conceptuales, pues decidieron que esas serían las que se proyectarían por las pantallas. De tal forma, el tan esperado concierto al Diablo sí le pareció muy bueno. Considero que buena parte de sus material es sencillamente monumental pero también hubo algunas piezas muy pesadas, las cuales no me hacen la menor gracia. Quizás sean en extremo personales. El audio fue excelente, así como también la iluminación. Y a tono personal, el momento cumbre fue la interpretación de “Fake Plastic Trees”, una canción muy elemental, nada rebuscada pero con una emotividad para partir piedras. Impresionante!






Y por cierto, supe que durante el segundo concierto sí tocaron “Creep”. Qué bueno que fui al primero!