

Todos la sufrimos para adquirir nuestra primer playera negra y algun ratito le invertimos frente al espejo, para sentirmos convencidos de que así ya podíamos dejarnos ver en un concierto. De igual forma, aprendimos a buscar los discos y el material en las tiendas o lugares especializados y con el tiempo hicimos hacia estos un camino real.
Resumiendo, todos fuimos en algún momento el nuevo de la escena, el Neo-metalero, el Neo-thrasher, el Neo-rockero. Y este prefijo solamente el tiempo y la persistencia se encargarán de eliminarlo.

rockero clásico por viejo, al progresivo por ñoño, al metalero-fusionero lo tachamos de mamón por tocar funk y hip hop, a Anthrax por usar bermudas, a Metallica por vendidos, a Judas Priest y Iron Maiden por usar sintetizadores en algún momento, a Ozzy por sus constantes mamadas, al blackmetalero por “poser” y en algún momento hasta al metalero mismo por no mantenerse “undergound”. La cosa es que esto ha sido el cuento de nunca acabar y la falta de un criterio real o nuestras propias limitaciones, nos han llevado a criticar como un instinto natural del rockero o metalero.
En este contexto y ya avanzados en cuanto a lo de demostrar una actitud absoluta e integra, una situación constante ha sido la de demostrar que somos poseedores de la verdad y nadie más es siquiera candidato o aspirante a la misma. Se ha caido en la comodísima postura como espectador, de que determinada banda o artista ya no la hace o ya no ofrece lo que nos gusta, para desembarazarnos quizás así del compromiso que antes también nosotros teníamos hacia ellos. Ya no compro sus discos o ya no voy a sus conciertos porque ya se “vendieron”.

Ojalá hubiera un patronato o fondo gubernamental para mantener a todos los rockeros del país y que de esta forma pudiéramos siempre andar con el cabello largo y pasar el tiempo escuchando discos y viendo videos. Pero no, por desgracia dichas instituciones no existen y distan mucho, muchísmo de ser una realidad. Así que nos chingamos y sigamos criticando a quien pierda alguna de sus características primigenias como rockero/metalero.
Así las cosas, qué podiamos esperar del momento en el que las nuevas generaciones hicieran su aparción? Qué acaso nuestros hermanos menores, sobrinos o hijos, nunca habrían de aspirar por una rebanada del pastel del rock? De ese del que nosotros mismos les dimos probaditas. Si bien es cierto que las condiciones en las que a ellos se les esta dando este festín, son diametralmente diferentes a las de nosotros. La verdad es que tampoco son ellos culpables de ello. El hecho de que antes tuviéramos que reunir mucho dinero para adquirir un disco y encargarlo de importación; y que ahora ellos tengan un Mixup en cada esquina para conseguirlo o que con presionar un botón, tengan el mismo disco gratis para escucharlo en su teléfono; es una situación que nosotros mismos hemos permitimos que se desarrolle.

De su lealtad hacia el género solo el tiempo nos dará cuenta, tal y como lo hizo con nuestra generación. Sin embargo una cosa es cierta y es que por cada ruco como nocotros, hay cinco de ellos y ahora ellos son los que estan apoyando a nuestros grupos (muchos de esos de los que ya no escucho ni compro porque ya no me convencen).

De verdad espero que muchos de estos Neo-thrashers, pasen la prueba del tiempo y en el futuro el grupo de “los que aguantamos vara” sea mayoritario. Y que con ello seamos de verdad un público con criterio, al que los promotores le vendan lo que pide y que no sea al revés, un público que consume lo que le dan.
No olviden revisar este mismo tema, pero en las palabras de: