“13”
Black Sabbath
Vertigo Records, 2013.
El mundo tuvo que esperar 35 años para tener un nuevo disco
de Black Sabbath con Ozzy Osbourne como cantante. Pero los fans saben que en
realidad el último que Black Sabbath editó, fue “Forbidden” hace 18 años con
Tony Martin y que como Heaven & Hell, lanzaron “The Devil You Know” con Dio
hace cuatro. Con estos antecedentes, qué más se necesita para recibir una nueva
grabación de Black Sabbath? Quizás lo más importante es entender que los
integrantes de la banda ya no son unos jovenzuelos y sencillamente hay cosas
que ya no pueden hacer. Pero tampoco se trata de que les pongamos la alfombra
roja, para esperar cualquier cosa y recibirlos con lujo de adulación.
Sin embargo el escenario si era peligroso en cuestión de
objetividad, pues con tanto dinero invertido en la reunión de la banda con
Ozzy, el prestigio de Black Sabbath como autoridad en rock pesado y el peso
mediático del clan Osbourne, difícilmente se permitiría que su nueva entrega
pasara desapercibida y recibiera malas notas. Pero precisamente recordemos que
se trata del nuevo trabajo de la banda epítome del heavy metal y este título no
es gratuito. De tal forma este cabalístico “13” resultó ser en verdad, una
fresca bocanada de decibeles.
Uno de los factores más preocupantes era lo predecibles, que
los famosos riffs de Tony Iommi podrían llegar a ser a esta altura del partido.
Y efectivamente esto es una realidad, de la cual la maestría de la dupla Iommi/(Geezer)
Butler, se encargó de salvar cada que se corría el peligro de caer en ciclos.
Quizás las muestras más claras de esto lo sean los dos temas que abren el
álbum, “End of the Beginning” y “God is Dead?”, las cuales son también las
piezas más largas del disco. Precisamente “God is Dead?” es la canción que
decidieron hacer pública, mucho tiempo antes del lanzamiento oficial del disco
(Junio 10), y como suele suceder cuando emplean este recurso; la canción no es
precisamente la mejor muestra del disco. Ambas canciones son lentas en
principio y con Ozzy casi arrastrando las palabras. Pero hacia la mitad, el
bajo y la guitarra las llevan por una dinámica que desecha cualquier mal
augurio.
De ahí en adelante el disco se caracteriza por su variedad y
sí, las referencias a diversos pasajes del pasado de la banda son latentes.
“Loner” es un replanteamiento a mayor velocidad de “Sweet Leaf”, a la que
incluso Ozzy realiza un guiño al son de “Alright Now!”. De igual forma, cuando
“Live Forever” parece perderse en medio de riffs sin mucho lazo entre sí, se
levantan en lo que en sus definiciones la banda llama “medio tiempo” y termina
por entregarnos lo que seguramente será una favorita en concierto. Y como es
costumbre en Iommi, siempre sus solos son insertados con tal contundencia, que
transmiten una naturalidad que solo los grandes logran.
Seguramente, para muchos la gran sorpresa será “Zeitgeist”. Un
extraordinario pasaje sonoro, que solo los creadores de “Planet Caravan” y
“Solitude” podían retomar. Guitarra acústica, psicodélicos sonidos y tamborines,
dan paso a una mágica comunión entre Butler y Iommi, muy alejados de las
descargas decibélicas que los han inmortalizado. La entrada de “Age of Reason”,
seguramente llevará a todos los escuchas al mismo lugar, la reincidente
pregunta por Bill Ward. El trabajo de Brad Wilk es correcto y no suena a Rage
Against The Machine, ni a Bill Ward. Y es lamentable ver que finalmente “13”,
subsiste sin la presencia de Ward, aunque seguramente sí le hubiera dado una
redondez que ya jamás verificaremos. El riff de este tema se marca por la
ambivalencia de Butler y Iommi, algo que caracterizó a la época de Sabbath con
Dio, mientras que en la década de los setentas el duelo entre ellos fue más
constante.
“Damaged Soul” es la que captura de inmediato a los
seguidores más viejos de la banda, pues la reminiscencia de sus grabaciones
primigenias es inmediata. El viejo Blues sigue ahí y el solo de Iommi es
asesino. Cualquier duda acerca del stonner rock, aquí puede responderse y ese
toque que le da la armónica, plancha bien el sello con el que Black Sabbath
cautivó al mundo del rock hace 43 años. Sí, tener aquí a Bill Ward hubiera sido
grandioso.
“Dear Father” es una colección de riffs, que más que en
otras ocasiones busca enfatizar las emociones de sus letras. Esta canción es
tan heavy metal, que nos permite reflexionar acerca de los motivos para que
este combo de sexagenarios, se encuentre haciendo esto en este momento de sus
vidas. Y la respuesta justifica al heavy metal per se, porque así tenía que
ser.
A pesar de sus detractores, el resultado final de “13”, nos
muestra que el trabajo de Rick Rubin como productor ha sido el correcto. Y es
que una empresa como lo fue el tan esperado nuevo disco de Black Sabbath, no
era para menos. Llevar a la banda por el camino correcto, tanto en cuestión de
decisiones, como también con respecto al trabajo técnico. Especialmente llama
la atención la voz de Ozzy, la cual suena bien sin necesidad de tantos efectos,
como los que lo han caracterizado en la reciente etapa de su carrera.
Sin duda “13” significa una prueba superada para Black
Sabbath. El mejor trabajo que estos grandes músicos pudieron entregar, está a
la altura de las expectativas y quizás más allá. Los contratiempos que
constantemente amenazaron la realización de este trabajo, algunos quedaron
atrás y otros solo se han hecho a un lado. Hace 43 años Black Sabbath escribió
una historia que ya no iba a repetir. Sencillamente nos entregaron un capítulo
más de este pesado libro, que está por terminar de escribirse. Al final de
“Dear Father”, decidieron dejarnos escuchar un “reprise” de aquellas macabras campanas, que entre
truenos y una tormenta cambiaron la vida de muchos de nosotros. Me quedo con
esto como anécdota y lo deshecho como presagio.
El Diablo Despierto celebra esta nueva Obra y con regocijo espera la visita de los Maestros.
Esta reseña también se publicó en Eyescream All Access, aquí el link: http://www.eyescreamconcerts.com/allaccess/?p=10419
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3 comentarios:
Excelente cronica y totalmente de acuerdo,un buen regreso y suenan increibles,como viejo seguidor de el sabbath no puedo tampoco ocultar mi alegria!felicitaciones por el blog que es referencia obligada! saludos!
J Raul Albarran.
Muchas gracias Raul. Saludos.
totalmente de acuerdo, esperemos que los truenos y campanas al final de dear father no sean el capitulo final de la discografia Sabbath... quien sabe si el otro ano nos sorprendan con otro disco otros temas , un nuevo faires wear boots....esperemos que si.. Larga vida a Black Sabbath¡¡¡¡
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