Bauhaus no tiene la culpa.

Al rededor de la legendaria banda de post punk - Glam- gótica Bauhaus, me ha tocado presenciar, algunas de las más sórdidas experiencias. La primera de ellas se dio cuando me encontraba con mí amigo de la infancia, Juan Heladio, y se me ocurrió comentar ante una vampira que Peter Murphy, antes de ser un cantante gótico (o dark pues), era un cantante pop. Pues tras recuperarse del cuasi infarto, esta feroz criatura de oscuridad hizo lo posible por, de la manera más gentil, decirme que era un idiota.

La siguiente ya no tuvo madre. Resulta que me encontraba a las afueras del Salón 21, esperando por la lista de invitados para entrar a un concierto de Lacrimosa. Chale! Y que chingados hacía el pinche Diablo Despierto queriendo ver a Lacrimosa? Bueno, aunque comúnmente me vale madre lo que puedan pensar los demás, la verdad es que ahora sí prefiero dar una explicación. Esa noche un amigo que trabaja en el staff de la compañía que promueve a la banda, me pidió que lo acompañara pues su auto no circulaba. Y la neta es que el morbo fue suficiente, ya que nunca había visto a Carmela y Rafael, perdón Lacrimosa. En esas estaba cuando llegaron un par de gueyes, supuestamente gente de prensa o algo así y se anunciaron de manera flamante. A lo lejos, sobre la misma acera, una grande y espigada silueta negra, comenzaba a aclararse conforme se acercaba hacia la misma puerta. Y cuando la luz descubrió su cara, uno de estos sujetos soltó un alarido: “No mames guey! Ya viste quien es?”. Su acompañante hizo alarde precisamente de eso, de acompañante, pues el conocedor y experto en música era el de la exclamación que nos hizo voltear a todos. Y continuó en el mismo tono: “No mames, es Peter Murphy”. En medio de gritos y abrazos, este pendejazo recibió a Johnny Indovina, el líder de Human Drama: “Bienvenido Peter, es un honor conocerte. Que chido que vienes al concierto”. Por supuesto que Indovina no entendía ni madres de lo que pasaba y solo le daba el avión a este cabrón. Para entonces llegó la lista de invitados y no puede conocer el desenlace, de tan inaudita situación.

Y finalmente hace poco me encontraba formado en las taquillas del Palacio de los Deportes, cuando a mis espaldas escuche que llegó un par de chavas. Creo que fueron a comprar boletos para el Vive Latino. Y como es costumbre, cual anfitriones te reciben los revendedores: “ Para cual quieres güero? Para Ozzy o para el Zero Fest? Más baratos que en taquillas”.
Y entonces una de ellas preguntó: “Y quién va a estar en el Zero Fest?”.
-“No pues los esmachin ponquins y Mars Volta”
- “No mames guey!” dirigiéndose a su amiga
-“Tenemos que ir a ese concert, porque Mars Volta es… la banda. O sea guey, son la neta”
Pero eso fue solo el principio. Porque de ahí se soltaron a dar cátedra de rock y conciertos. Temas tan relevantes, como el de que una de sus amigas esta bien pendeja, porque se viste como emo. Y en una de esas:
- “No guey, el concert que no me puedo perder es el de Bauhaus (les comento que esto sucedió a principios de abril de este año. O sea con Bauhaus perfectamente enterrados). Porque escuche que se van a reunir con David Bowie, su cantante original”. Zas!
“Y es que me he enterado, que luego se hacen buenos conciertos de dark por acá. Pero ese no me lo puedo perder, hay que estar bien enteradas”.
Se imaginan como me aguanté las ganas de soltar una carcajada? Pero al final me dieron ternura.

Aparte de toda esta risa loca y obvia vergüenza, Bauhaus me ha dado varias de las mayores experiencias en la vida. La emoción de verlos en el histórico concierto del cine Ópera, hasta la madre (yo no, el local). Peter Murphy (el de adeveras), a través de una pantalla de televisión al centro del escenario y cambiando de vestuario en el mismo. Daniel Ash y su impactante sonido y con su impactante look (auténtica estrella Glam). Y los hermanos Haskins , Kevin y David, impecables. Perfecta base rítmica. Y el portazo con un trompo de tacos al pastor como ariete, el cual terminó en batidillo, lanzado desde el balcón hacia la multitud. Inolvidable, un momento histórico para México y el rock. Después de esto, el cine Opera yace en el olvido. Y de su marquesina, penden algunas de las letras de Bauhaus.

Hace tres años los volví a ver en el Festival de Coachella, en un concierto por demás peculiar. Bauhaus en plan estelar, con rampas hidráulicas, en medio de rayos láser y ante ochenta mil personas? Comenzaron interpretando “Bela Lugosi´s Dead”, con Murphy colgado de cabeza. Impresionantes, pero me causaron una raro sentimiento. Era como sacar tus juguetes favoritos, para que jueguen con ellos ochenta mil cabrones. Recuerden que algunos rockeros rayamos en el egoísmo. Y ese mismo año, ya comprometidos con la gira (pues habían vuelto a pelearse), regresaron a México para presentarse en la pista del Palacio de los Deportes. Esa noche no había la cantidad de gente que se esperaba, sin embargo y a pesar de la fría actitud de Murphy en el escenario, el concierto fue magistral. Fue un auténtico viaje a la oscuridad, en medio de una auténtica caverna siniestra.

Durante esos días grabaron un disco con material inédito, que finalmente acaba de salir en marzo pasado, también ya solo por compromiso. Y es una pena, ya que “Go Away White”, es una auténtica patada en el ojo de rock Glam y siniestro… esta bien, y oscuro.

El disco fue editado por la banda de manera independiente y en entrevista, cada uno de sus integrantes se ha encargado de dejar claro, que de ninguna manera volverán a trabajar juntos. Pues aparentemente hubo algún incidente específico, que generó tal encono.

Descanse en paz Bauhaus.