sábado, 19 de abril de 2008

A petición del público: Una corta acerca de La Mosca en la Pared.


Muchas preguntas me han hecho, acerca del destino de La Mosca en la Pared. Y en verdad es un gusto que dicha revista genere tal expectativa. Pero antes una breve historia:

Hace muchos años yo era un lector más de La Mosca, cuando montado en cólera mandé un correo reclamando el menosprecio, con el cual se referían al heavy metal. Como en muchos lugares, hacían referencia a nuestro bienamado género, como el que acogía exclusivamente a banditas como Limp Bizquit, Korn ( que qué cabrón suenan en vivo!), y Guns n´ Roses. Dicha misiva se publicó en la revista y un chingo de gente comenzó a escribirme en solidaridad. Y supongo que lo mismo pasó en la redacción de la revista, porque como resultado me invitaron a colaborar, precisamente escribiendo una columna de heavy metal.

Así pasaron varios años y eventualmente el director, Hugo García Michel, me invitó también a colaborar, escribiendo los números especiales de Black Sabbath, Iron Maiden, Deep Purple, AC/DC y los Kiss.

Pero como les he dicho, no vivo de esto y en mi trabajo (por fortuna o desgracia), salgo mucho de viaje, lo cual comenzó a interponerse con la puntualidad de mis escritos y estos llegaron a ser eventuales.

Bueno, la cosa es que colaborar en la revista ha sido uno de los puntos altos en mi vida. Y les puedo decir, que de acuerdo a fuentes muy fidedignas, La Mosca era la revista más vendida y leída en el país, aún sobre Rolling Stone.

La explicación que me dio Hugo es que, sin embargo no vendía lo suficiente en publicidad y entonces dejó de convenirle a su editora, lo cual es una pena, pues La Mosca en la Pared es la sal en la llaga del rock and roll editorial en México, le pese a quien le pese.

A pesar de ser la publicación incómoda para los promotores de conciertos, para los manejadores y sus respectivas banditas de rockcito hecho en México y en general para buena parte de la industria rockera en México. La Mosca también se convirtió en parteaguas y referencia para la prensa musical escrita, objetiva y punzante. Cuántas bandas morían por aparecer en su portada?

De tal forma, es un honor ser su colaborador. O al menos lo era en el momento de su desaparición.

Ante tal situación, Hugo mantiene la confianza de que pronto encontrará una nueva editorial, que tenga el arrojo para continuar publicándola y poder así seguir siendo ese molesto granito en el culo del rock y el rockcito hecho en México.

Larga vida a La Mosca en la Pared!

7 comentarios:

Vaginal Commands dijo...

Gracias por aclararme mis dudas y como tu dices:

¡¡¡LONG LIVE TO THE FLY IN THE WALL!!!

¡Y vamos por los 20 años!

Rik dijo...

HOla, mira sin afan de criticar por criticar te comento que la mosca era todo lo que dices menos "objetiva", claro, me refiero en particular a los editores y a la mayoria de sus colaboradores (no todos). La leí durante años pues mi hermano religiosamente la compraba y luego alguien me regalo una coleccion muy basta de ésta revista (la cual luego le regalé a alguien mas). Y no podía evitar hacer corajes al leer cada numero , cada reportaje, cada reseña (reitero, en general), pues siempre habia una tendencia hacia criticar o burlarse o comparar las distintas expresiones, a no ser de las clasicas bandas. Porque la leía? porque en efecto era el unico medio nacional impreso donde se enteraba uno de la escena nacional e internacional (ademas de increibles reseñas y aportes de colaboradores), pero de eso a que fuera objetiva, de vuelta, considero que no se acercaba ni tantito. Claro es solo una opinion y eso no significa que no sea una pena que desaparezca este medio.

Morningstar dijo...

Yo de la Arena Mateos nada más me acuerdo de cuando nos asaltaron al Diablo Despierto y a mí... cabrones, que habrán hechos con nuestras cachuchas y pines del D.R.I. Pero ya lo dijo Lora: "Al que obra mal se le pudre aquello". Y así, seguramente, les pasará a los que decidieron no seguir más con La Mosca, revista que a pesar de tener las mismas faltas y logros que otras (sólo que desde la trinchera de una especie de izquierda) fue, y esperemos siga siendo, una publicación libre. Efectivamente, como rik dice, La Mosca tenía los mismos vicios y virtudes que otras, tal vez hasta cayó en más por hocicona, pero pues era la voz incendiaria del "rockcito nacional".

Rik dijo...

para continuar con la idea, n quiero que se malinterprete mi idea con respecto a la objetividad. La Mosca, economicamente era hasta cierto punto independiente, y el no estar a favor de intereses politicos o privados le daba ése caracter autónomo valiosisimo. Por otro lado, la objetividad se refiere a la carencia de juicios y valores en la descripción de cierta realidad, es decir, explicar algun hecho pero basado en sustentos (ya sea documentacion, cifras, etc), a eso me referia que los editores de la mosca eran extremadamente subjetivos, puro juicio de valor, y eso, era algo que nunca me convenció pues creo al hacer una reseña de un album (por ejemplo), pues uno no puede decir "aburridisimo rocksito yupi-naco-jipiteca de los hijos bastardos del glam" o algo asi. Por fortuna no todo era asi y reitero, es una pena, pues si era un medio donde se escuchaban voces de gente sumamente interesante.

Rik dijo...

y esos pines de D.r.i. no nos alacanzó ni para una caguama

Morningstar dijo...

Cabrón, yo creo que ya te abrìa partido la mandarina (bueno, nos habriamos partido la mandarina), si me enterase que tú fuiste. Con la memoria sagrada no se juega, cabronsín. Por cierto, viste ya que me he puesto al dìa en tu blog y puse mis respectivos comentarios. Siga asì muchachito.

Chato dijo...

La mosca en la pared y, después, la mosca fueron una de las mejores revistas de música junto a banda rockera.
Es una pena q ya no exista y ojalá algún día el buen diré, Hugo García Michell se anime a revivirla