martes, 26 de mayo de 2009

Cuánto por tu nostalgia?



A finales de la década de los ochenta, se vaticinaba la muerte del heavy metal y se decía que solo las bandas muy bien establecidas lograrían sobrevivir; y fue cuando entonces mucha gente emigró hacia las frescas aguas del novedoso movimiento grunge. Y creo que para muchos de los que están leyendo esto, el cambio fue muy notorio porque es el que nos tocó vivir y en varios niveles hasta nos afectó. Sin embargo si revisamos la historia de la música, estas evoluciones (o involuciones acaso?), siempre han estado a la orden del día y el punto desagradable para el Diablo, es que siempre se busque descalificar a lo que queda atrás para justificar la novedad.




Casquete rebajado?... no gracias.





Todavía un poquito más largo.



Cuando a principios de la década de los sesenta, los Beatles aparecieron ante nuestro planeta, sus cabezas sin casquete rebajado o a la brush, significaron una amenaza para las buenas costumbres y sembraron el terror ante millones de padres de familia. Pero tan solo unos años más adelante, estas verdaderas Majestades del Rock ya eran consideradas fresas y con la premisa de superar al mentado verano del amor, la corriente se alió con los macizos, los verdaderos greñudos, mariguanos, libre-cogedores e inmorales. Entonces la onda eran los Who, el pinche Zeppelín, el Deep Purple, Hendrix, la Janis, los Doors, Jethro Tull, King Crimson y Pink Floyd con sus mariguanadas, etc... y por supuesto la banda más grande en la historia del Rock... Black Sabbath.





The Who.





Deep Purple.



Pero a mediados de la década de los setenta, que se dejan venir los Ramones como punta de lanza del movimiento punk y colgando de la cola traían a The Clash, Televisión, Blondie, The Damned, Talking Heads, etc... ah y el pinche fraude de los Sex Pistols. La filosofía del movimiento punk era la de hacer las cosas por sí mismo (algo muy loable y propositivo). Sin embargo la otra parte de sus mandamientos era la del No absoluto al rock corporativo y sofisticado, es decir: todo lo que no fuera punk. Y por supuesto que las excéntricas y millonarias estrellas de rock, como Pink Floyd, los Beatles (de nuevo en la mira), Elton John, Zeppelín, etc... eran algo así como que el Diablo... bueno, mejor digamos que eran algo así como que los padres de familia. Es decir, el enemigo número uno de la juventud.






King Crimson.




Pink Floyd


Pero al poco tiempo, los punks se dieron cuenta de sus limitantes y decidieron cultivarse, aunque ya era una realidad que cierto sector del género mantenía convicciones y posturas políticas y sociales de gran valor. Pero en general como movimiento le entraron a la literatura y comenzaron a apreciar el arte (contaban los Ramones que andar de gira con los Talking Heads les daba mucha hueva, pues David Byrne y los suyos solían arrasar con cuanto museo y galería tuvieran a su alcance). Y también dejaron atrás el temor a mezclarse con otros géneros musicales y entonces comenzó la verdadera diversidad musical. Nació el New Wave, el post punk, el tecno y el pop se reivindicó. Ahora ser culto y avant-garde sería lo cool.


Aquí cabe hacer una aclaración, cuando hablo del pop, al menos en este párrafo anterior en específico, me refiero al pop que se consideraba de alguna manera de vanguardia. Para no variar me refiero al europeo. Porque en Estados Unidos el término entonces se refería a todo lo que vendía millones de discos y llenaba los conciertos, ya fuera Fleetwood Mack, Cheap Trick o Paul McCartney.



Black Sabbath, todopoderosos.

Y en eso que llega Iron Maiden, Saxon, Def Leppard, Venom, Scorpions, Judas Priest, AC/DC, Van Halen, etc... ah y Black Sabbath con Dio; y que le rompen de nuevo la madre al mundo del rock con su poderío endemoniado. Pero ahora resulta que el mercado norteamericano se dio cuenta del potencial del rock pesado y lo explotó sin miramientos. Hago la aclaración porque por supuesto que (y dale con los...), los europeos siempre han sido más conservadores e innovadores. Y al final de esa década llegamos al punto en que comenzamos esta perorata.




Ramones, auténticos punks.




Debora Harry, Blondie?

Después de esto, al Diablo le parece que ya no hay más hilo negro por descubrir. Es decir que no cree que pueda volver a presentarse el nacimiento de alguna vertiente musical nueva. Porque si revisamos el origen de cualquier banda o incluso género, las raíces indistintamente terminan siendo el blues o el punk. Y esto no quiere decir que desde las diferentes explosiones musicales que mencionamos, no haya habido alguna banda interesante, ya que por el contrario hay muchas y aquí es donde entra a la perfección una de las teorías-metáforas del Diablo, la de la taquería; porque en todas las taquerias se sirve lo mismo, o sea tacos de carne. Pero la diferencia entre una y otra radica en la sazón y en las salsas. A poco no?
O sea que sí puede haber agrupaciones o artistas que han refrescado las diferentes escenas, pero en realidad no han representado novedad alguna, lo cual comenzó a encender la luz amarilla para la industria del rock.




Steve Harris y su Doncella, Iron Maiden.




Desde lo más profundo del infierno, Venom!



Sin embargo no tardaron en darse cuenta que ante la evidente imposibilidad de su parte, o al menos dificultad para continuar manteniéndose de nuestros bolsillos, lo podrían seguir haciendo a costa de nuestra nostalgia. Y es que ante ella nadie excusa nada al momento de desembolsar.

Desde entonces los boletos para los conciertos de las reuniones de Judas Priests, Black Sabbaths, Kisses y Iron Maidens han continuado engrosando las carteras de muchos empresarios (y de los artistas muy merecidamente). O a quién le importa que AC/DC ya no toque tan rápido, como lo hicieron en el “If You Want Blood... You´ve Got It” (que la verdad es que a pesar de todo siguen sonando de miedo), y que Angus Young esté casi calvo, cuando de resarcir y recuperar el pasado se trata?



Protejan a sus sus hijas! AC/DC





Queen.




También las ventas de discos (aunque batallando contra la piratería), han vuelto a despuntar o al menos se han mantenido, a base de reediciones que presentan el material original remasterizado y con canciones extra. E incluso recientemente las reediciones de muchos discos clásicos en las famosas réplicas de l.p. en miniatura, han puesto en verdaderos aprietos a los coleccionistas de hueso colorado y sus bolsillos. Y por poner otro ejemplo, las playeras estampadas con las portadas de los primeros discos de Queen, Led Zeppelín, Ozzy Osbourne o las de los Beatles se cotizan muy alto, especialmente en países como el nuestro, en el que se manejan como importación.

Y ante el inminente peso de la nostalgia, el Diablo también ha observado como se ha venido doblegando la otrora sólida voluntad del rockero. O a poco no muchos de los que están leyendo esto, se han conmovido hasta las lagrimas viendo videos de Roxy Music y Scorpions, entre otros de Iron Maiden y The Cure, seguidos por los de Wham y Culture Club por VH1? Se imaginan esa tolerancia y diversidad musical de nuestra parte hacia 1984? Como que yo no me la creo.



Y con ustedes...




Scorpions.


Y quizás el fenómeno que más se ha consolidado recientemente, es el que ha llevado a bandas como Judas Priest, Mötley Crüe, The Cult, Slayer, Deep Purple o Metallica a acercarse al ya poco vanguardista (pero muy celebrado por todos nosotros), recurso de interpretar alguno de sus disco clásicos completitos, con la finalidad de hacer que sus viejos seguidores se alejen de los chats por un rato y dejen de mandar mensajitos por el celular(aunque pronto se dieron cuenta de que también podían grabar videitos en los conciertos y ah como chingan!), para asistir de nuevo a sus conciertos. Y por supuesto que al Diablo no le desagradaría la idea de que Black Sabbath y Iron Maiden le entraran a la moda y nos agraciaran interpretando por completo discos como: “Heaven And Hell”, “Mob Rules”, “Number Of The Beast” o “Seventh Son Of A Seventh Son”. Se imaginan?



Judas Priest.




Slayer.




Pero y alguien se ha puesto a pensar qué sigue? Porque nuestra primera generación de ídolos, es decir los que se dieron a conocer en la década de los sesenta, se encuentran rebasando ya fácilmente las seis décadas de edad y varios incluso se nos han comenzado a adelantar. Y más vale que nos vayamos haciendo a la idea, de que pronto lo comenzarán a hacer los de la segunda generación, los de los años setenta y por lo tanto ya no podrán tocar siquiera sus viejos éxitos.

Entonces de que van a alimentarse nuestras emociones durante el tiempo que nos quede a nosotros también de vida? Será que tenemos que ir al super para abastecernos de dvds, videos y cds vírgenes, para retacarlos con todos nuestros recuerdos?

Cuándo y cómo se acabará la nostalgia. Porque ya vimos que la novedad se fue hace mucho tiempo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo estar más deacuerdo contigo!
Voy a cumplir 21 años y la mera verdad es que las pocas bandas "nuevas" que conozco me patean las bolas. Prefiero conocer e investigar de una banda que talvez ya no exista o que hace 20 años que no saca un disco nuevo, que escuchar a una de las "nuevas".
Sale.

El rock chingón dijo...

Pues quien sabe, yo siento que al movimiento todavía le falta madurar, vamos hay bandas como king crimson que sacaron discos buenos en 1969, en los setentas, ochenta y noventas... y la verdad es que los últimos solo tienen que ver con los primeros en que tienen calidad. Ahora lo chingón es lo retro, así que falta algún grupo con calidad y nuevo que toque algo chingón que no sea un fusil de black sabbath o de metallica. No se que va a pasar y lo peor es que no se si me importa.

Eddie dijo...

Que buen post! Y no cabe duda que aunque las madres de todas las bandas que son las que mencionas todavia daran lata un rato, actualmente hay otras de la segunda generacion y alguna que otra de la tercera que nos mantendran vivos y adictos al METAL, y bueno la mercadotecnia hara su parte con reediciones y toda esa parafernalia de los grupos, ademas para los que nos gusta el genero desde que eramos pubertos (yo voy para casi 28 años en este rollo) siempre habra algo que valga la pena! y en caso de que se nos acabe, viviremos de las glorioas de nuestros cassettes, Lps, Eps, Cds, Dvds, etc. masntengamos viva esa nostalgia y esa gran admiración por el Heavy Metal y mientras existan los EUROPEOS existira el verdadero METAL, de los gringos ni hablar salvo algunas bandas rescatables todo lo demas es una basca! saludos y felicidades por tu blog!

Morningstar dijo...

Mmmm, buena pregunta. Si el mundo se acaba en 2012, ya no tenemos pedo en resolverla; pero si todo continúa igual, ah pinche incertidumbre.

Como la mayoría de las cosas, la naturaleza tiende a repetir patrones (sin dejar de adaptarse a los cambios, por supuesto), así que cuando mueran todos los grandes, creo que lo que quedará es que las nuevas generaciones retomen lo mismo y traten de copiarlo o aprender de ellos. En estos momentos creo que pocos han aprendido, pero llegará el momento en que tendrán que hacerlo...

Metallian dijo...

En alguna ocasión le preguntaron a un guitarrista de Heavy metal de no sé que grupo underground:
¿si no existiera el heavy metal tú que tocarías?
Y el respondió : HEAVY METAL.

O sea, si no hay, lo invento.

Conclusión: Metal is forever